jueves, 26 de octubre de 2017

DEPRESIÓN.


Estando entre las sombras duele si llega la luz,
como si fuese un puñal en los ojos.

Cuando vives preso de los deseos constantes de decir adiós
Cada "hola" te sabe a mierda…
No quieres ver ni hablar con nadie
y no dejas de decirte a ti mismo que te calles
-porque los pensamientos son recurrentes-.

No hay paz que te dé la mano
pero si muchas guerras que te toman por los pies,
te jalan despacio para que agonices en el camino
hacia un abismo que ya conoces de memoria,
incluso tienes en uno de sus muros el cartel de Sabina,
con esa frase que aún te duele como aguja entre las uñas:
“la paz que has elegido es peor que mi guerra”.

La traición no es con el reloj ni con la sobriedad,
Rompes la rutina dando vida a los recuerdos…
¡Vaya manera de amarrar la cuerda al cogote!

Hay quienes lo llaman depresión y otros, hospicio.
No es fácil definir un estado mental cuando te está comiendo el corazón
Y agarrando la mano para que en lugar de escribir
Destroces los papeles donde escribiste miles de veces un nombre.

NO TE CONOCÍA

Me pica, aquí, justo detrás de las clavículas.
Me hace unas cosquillas que duelen
y no conocía.
Me estremece la mandíbula.
Me llora en las manos y me empaña los ojos.
Me eriza como si de púas fueran mis vellos en los brazos.
Me dice que exactamente esta mañana pesaba 372 kilos
Y que necesitaba 756 horas de sueño.
Se ha instalado en mis párpados como anzuelo entre ellos.

No te conocía,
No te admitiría,
Gusto en conocerte,

La culpa es toda mía…

domingo, 15 de octubre de 2017

Historia

Cuando por fin caen las hojas del otoño
Cuando se viste de escarlata el destino
Cuando la máscara se ha vuelto rostro
Y de la infancia solo quedan guiños…

Me siento libre de recuerdos y reproches,
El olvido se ha instalado en mi memoria
Y está peleando con retratos de esas noches
Con la esperanza de que ya no duelan, son historia…

Resulta extraño pronunciar la palabra espalda
Y evocar ratos de hoteles semi oscuros,
Cuando al terminar la palabra era espada
Y la reconciliación un rito inseguro.

Al final del verano ya no hay más consuelos
Y las instantáneas se han humedecido,
No hay evidencias de que el deseo estuvo en vuelo
Ni de que mi alma estuvo al filo.

Cuando por fin me he resignado a no pensarte
La poesía me impulsa a buscar en los recodos
De las pieles con tinta que creíamos arte
Y acabaron siendo de la guerra lodo…

Al final sabemos que esto no fue leyenda
Y que no aprenderemos nada del error,
La historia se estudia para arrebatarnos la venda

Pero sobre los mismos pasos comienza el nuevo amor…

jueves, 14 de septiembre de 2017

Como si nada hubiera pasado.

Como si nada hubiera pasado…
Se miraron de frente desnudos de nuevo,
ebrios como acostumbraban hacerlo,
con ganas de sexo sin control,
con los ojos rojos y la boca seca,
con las manos frías y la pelvis caliente…
Como si nada hubiera pasado…
Mientras le hacía el amor fuertemente
él decidió darle un tiro por la espalda …
Ella sólo sintió un calor punzante,
y se dejó caer pensando llegar al orgasmo…
El se fué, ella se quedó….
Como si nada hubiera pasado…

Era Ella

Era ella, de nuevo, en mi vida, en mi espacio,
pero no corri a sus brazos avenze paso a paso despacio,
porque de un ladrillo no se logra todo un palacio
el sol brillaba raro cual topacio,
mi espacio se fundia con su figura esbelta,
mientras mi alma suelta se creia absuelta,
pero no, era yo el incomodo icono erratico
de lo que para muchos resulta romantico,
me deje llevar por una mirada coqueta y risueña
me apresure y ataque sin anteseñas,
ella no me recibio como me hubiera recibido,
en mi oido solo persibi un quejante silvido
victima de su desprecio, su altivez y su olvido,
ella no era quien pensaba pero se parecia en demasia,
ella era ajena, ambigua, parecida, pero no era mia,
la mia fue mujer de batallas inquebrables,
hacia lo indescriptible en momentos tan amables,
que me fue imposible verla como comparable,
mi Diosa, porque asi llamaba yo a esa mujer
no solamente era un estandarte de placer,
ella tenia en su ser un cromatico corazon irremplazable,
un sable surcó mi cuerpo dejando fivanes,
los truanes rieron de toda mi desgracia
mientras yo perdia por ella toda mi ignorancia,
conoci lo que era la sabiduria, presa de una jauria,
de canes hambrientos de sueños mios y muy suyos,
eso intuyo ahora que solo duelen las heridas,
no solo comieron mis carnes sino mis penas perdidas,
comieron de mi ser lo que nunca imagine tener
hasta verlo destruido en fauces a su merced…
Ella… juro que no era la mujer que amaba,
puedo jurar que ella no era la mia,
la mia no me hubiese dejado morir solo, abandonado,
la mia hubiera hecho cara a los lobos alverme acorralado,
o tal vez si era ella, pero convertida en musa,
las musas comen lo que desechamos como poesia confusa,
las musas comen de nosotros como carroñeros
tal vez era “Ella” pero, aceptarlo, aceptarlo no quiero….

Estaba a la Espera...

Niña en años
De pelo castaño
Mujer en los daños
Sentada en peldaños
Gustosa de araños
No importa el tamaño
No gusta de extraños
Perdió su rebaño
En dolores de antaño
Viviendo en engaños
La vida va al caño,
Escucha regaños
Y al mundo ermitaño
Le regala orgasmos…

No cede a las redes
De seres que crueles
Miden en papeles
Todos sus placeres
No es de esas mujeres
Que callan y ceden
Pero no le teme
A usar sus poderes
Que son menesteres
De babas y pieles
Pagando deberes
Pecados que hierven
Y no somos quienes

Pa juzgar sus actos
Vive del contacto
Con seres extraños
En un mundo abstracto
Contiene el impacto
De ser artefacto
Para los infartos
De tontos innatos
Compañía es un gato
Que acaricia a ratos
Humanos dan asco
Su cuerpo aparato
Para el arrebato
Y quizá el maltrato…

Quimera de seda,
Caderas coquetas.
Siniestra a la diestra,
La pena no es nuestra
Y ella lo demuestra
Pues sola con penas
Recorre la acera
Buscando una vela
O alguna palestra
Donde llorar fiestas
Que hubo en sus piernas
Sin que ella quisiera
Espera y espera…
Ella estaba a la espera…

Lágrimas

Sal del alma hecha agua
Detrás de las montañas,
Gotas de mi esencia
Por dolor y su coartada.

Lloro gimo y pido
Rastros de un olvido,
Al prejuicio
Al destino y también a mi delirio…

Lloro en caligrafía negra…
Mi tristeza es la pantera,
se ha vuelto mi entereza
Su fácil y sutil presa…

Lloro, como los caballeros:
A solas…
En el mar
que no se escuche mi llanto
por olas o el velar…

Demasiado espacio guardado
En mi pecho desecho por pecados,
Antiguas caricias mustias…
Menguas menosprecias y renuncias….

Si tengo los ojos color tristeza
No hay forma de callar lo que me niegas,
Soy llanto hecho hombre y ¿que mas?
Una lagrima hecha hombre que se va…